-Dijiste que el mundo era malo y que no podíamos huir de su maldad y tenías razón, pero creías que podríamos luchar contra ella. No, debemos negociar con la maldad, pactar con ella. La maldad ha negociado contigo y ha impuesto sus condiciones.
-Se puede luchar pero de que sirve. Adiós. -¿Quieres decir que es imposible ganar? -Sí, es imposible. Saluda a la línea del horizonte. -Tampoco podemos perder, si abandonamos. -¿Y tu no piensas perder? -Esta vez no.