Verdes

Verdes, sí.

Verdes,

incólumes,

cristalinos.

©2012 M.Sonseca

Escaparate

Sólo queda la urdimbre de los años,

estrategia de vida sin esencia,

huecos,

símbolos inanimados, las venas muertas.

Amadas heridas que procuró el tiempo,

latidos, rumor de orillas perdidas,

nostalgia

en el absurdo escaparate de otro día.

  

©2012 M.Sonseca

Hoy

Hoy no habrá poesía porque tampoco hay corazón suficiente. 

Sólo palabras sueltas, sin métrica, sin rima ni ataduras. Sin compromiso de estilo. 

Hoy, aún no lo sabes, ha vencido de nuevo el miedo, el enemigo servil del alma de todos los hombres. El que brinda mafiosa protección ante nuestra insoportable cobardía. El cruel sicario que libre de compasión reclama siempre sus favores.

El miedo acude puntual y nos arranca la alegría a cara de perro, a certeras dentelladas allí, en las vísceras de la ilusión, las que más sangran. 

Sin aviso.

El dolor aparece más tarde. Y cuanto más tarde, más dolor; por eso me apresuro a sentirlo ahora, intensamente ahora. Ahora, urgentemente.

Hoy paseo este dolor por la extraña periferia del abandono, por los escombros de lo que nunca fue, por los viejos andenes del mundo: 

pañuelos blancos, adioses perdidos...

Hoy, sintiendo lo inútil de sentir, desentrañado ya, aguardo anhelante la mordedura última del negro dios del miedo.

©2012 M.Sonseca

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Sé la noche

Sé la noche y tiéndeme tu mano,

canción de cuna,

melodía de ojos nuevos,

                          lunas,

perfumados párpados

de contenida amargura.

Sé la noche en este marzo malherido;

siénteme necesario,

requiéreme luminoso,

                        incólume,

y suéñame último,

desnudo, prendido al frágil talle de tu olvido.

Sé la noche desesperada tejida

en rojos hilos marginales,

infinito afán de labios esculpidos,

                                    extravío,

dolor absuelto en la penumbra

de un deseo, en el telúrico desorden de tu pelo.

Sé mi noche en lo abstracto de los besos.

¡Sé la noche en mi absurdo imaginario!

 ©2012.MSonseca

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Barrio

Fugitivo de la violenta soledad

que me envuelve

acudo, rendido, al universo

anónimo de las calles.

¿Hasta dónde el acuerdo de ser

otro sin nadie? ,

se sincera el viento,

¡Hasta cuándo este echarme de menos!,

lamento aturdido.

Y el barrio fluye adoquines arriba,

empinado paisaje de soles nocturnos,

esquinas de sombra que tocan

mi sombra dolida, sin rostro.

Tan sólo palabras en negro, murmullos de frío.

©2012 M.Sonseca

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Otoño íntimo

Hoy se desnudan las catalpas,
duermen en paz los cipreses y tejen,
las hojas muertas,
su sonora alfombra de melancolía.


Al despertar ya es mi otoño,
íntimo, ajado, amarillo,
el horizonte más cercano,
con menos alma, con menos vida.


Una palabra en el viento me consuela,
pero aún no me atrevo a pronunciarla.

©2012 M.Sonseca

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Navidad

©2011.M.Sonseca

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