Fervor de Buenos Aires
En el invierno austral de 2004 y de 2007 , Manuel Sonseca recorre Buenos Aires. Un viaje soñado, como tantos otros, inicial y también iniciático a la patria de Borges, a las calles que recorriera Coppola, con el propio Borges o con Romero Brest o Marechal. A la patria de la revista Sur.
Buenos Aires y su luz de metrópoli prematura, de aires coloniales tardíos, se funden en estas imágenes que nos llevan a pensar que el tiempo sólo existe en el imaginario del hombre.
Un Patio, Las Calles, Inscripción Sepulcral, Arrabal, los poemas del libro “Fervor de Buenos Aires” se adivinan a través de la mirada pausada, de las luces y las sombras en grises y también en color, de las imágenes de Palermo Viejo, La Recoleta, la Avenida Corrientes, las aguas del Plata….. Una visión literaria y evocadora – como toda la obra de Sonseca – que nos hace revivir un mundo de épocas pretéritas, poéticas como siempre ocurre en la nebulosa de los sueños.
Esta colección de imágenes, será apreciada también por su íntima relación con la estética de los fotógrafos viajeros, no exenta de influencias románticas, impronta que caracteriza a las fotografías de Manuel Sonseca .
En el invierno austral de 2004 y de 2007 , Manuel Sonseca recorre Buenos Aires. Un viaje soñado, como tantos otros, inicial y también iniciático a la patria de Borges, a las calles que recorriera Coppola, con el propio Borges o con Romero Brest o Marechal. A la patria de la revista Sur.
Buenos Aires y su luz de metrópoli prematura, de aires coloniales tardíos, se funden en estas imágenes que nos llevan a pensar que el tiempo sólo existe en el imaginario del hombre.
Un Patio, Las Calles, Inscripción Sepulcral, Arrabal, los poemas del libro “Fervor de Buenos Aires” se adivinan a través de la mirada pausada, de las luces y las sombras en grises y también en color, de las imágenes de Palermo Viejo, La Recoleta, la Avenida Corrientes, las aguas del Plata….. Una visión literaria y evocadora – como toda la obra de Sonseca – que nos hace revivir un mundo de épocas pretéritas, poéticas como siempre ocurre en la nebulosa de los sueños.
Esta colección de imágenes, será apreciada también por su íntima relación con la estética de los fotógrafos viajeros, no exenta de influencias románticas, impronta que caracteriza a las fotografías de Manuel Sonseca .
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